ADN –una estación transmisora multidimensional en el espacio y tiempo

ADN –una estación transmisora multidimensional en el espacio y tiempo

Un extracto/muestra de lectura del libro SOY LA RED, de Pascal K’in Greub, del capítulo 4: Viajes fractales al código creador.

Para entender cómo el ADN entra en contacto con el univer­so, por favor, imagina una bonita radio que esté en el centro de tu habitación: los físicos han creado el término multiverso para decir que nuestro universo consiste en muchos otros universos. Dentro de cada universo se encuentran más uni­versos (los maestros mayas los llaman esferas), tal como lo experimentaste en tus viajes fractales.

Todas las frecuencias de radio revoloteando en tu salón (Radio DRS 3, Radio Moscú, Simplemente Adriana, Estación Tropi­cal, BBC, etc.) aunque tu radio está apagada, representan un universo. Si ahora enciendes la radio con tu estación favorita guardada, entonces sólo la emisora de radio seleccionada con su frecuencia específica entrará en coherencia y unisonan­cia con el universo de tu habitación. Tu universo en este momento ya no puede estar en armonía con otra frecuencia de radio (y su “universo”). Con la radio, se aplica la regla de que sólo dos universos pueden comunicarse entre sí vibrando al unísono. Quieres, como un chamán, entrar en unisonancia con múltiples univer­sos paralelos, entonces deberías comprarte varios radios y ponerlos uno sobre el otro. ¡Oh, qué feliz alboroto cósmico! Imagina en tu salón diferentes universos de otros espacios y tiempos: un universo te muestra un tiempo de tu niñez (tiempo); otro, una existencia pasada con los mayas (tiempo); un universo te proyecta imá­genes del Himalaya (espacio); otro, un planeta extraño con seres de cuatro metros de altura en una civilización oscilante en colores que parece futurista (espacio y tiempo). Éstos son ejemplos que yo mismo he vivido, y muchas personas experi­mentan tales universos paralelos si no medialmente, entonces en meditaciones o de noche en el sueño. Como ya he dicho, esto se basa en una capacidad instalada en el ADN, que el ser humano hace aproximadamente 3 mil años ha olvidado poco a poco, pero la puede desarrollar de nuevo conscientemente. Equivale al acceso a una conciencia grupal, animal, humana o de formas de inteligencia superiores. Un chamán ha desarrollado esa maestría en muchas existencias. ¡Logra lo “imposible” y escucha al mismo tiempo varias estaciones de radio y las procesa mentalmente! Su universo entonces vibra al unísono con múltiples universos simultáneamente. Está en coherencia con posibles universos paralelos de espacio y tiempo, desde donde le llega información de otras inteligencias y seres, o de sus propias existencias en otras dimensiones.

Con alguien que no percibe absolutamente nada, es decir, que ha “apagado la radio”, el físico cuántico diría: no vibra con ningún universo o campo en uni­sonancia, se ha desacoplado o se ha descohesionado. Pero el chamán dentro de nosotros sabe que podemos revivir este don humano de cohesionar de nuevo con otras esferas (lo que el físico llama universos), de acoplarnos con ellas, mediante la sustitución de los patrones de convicción limitantes a través de un ritual de activa­ción genética de alta frecuencia. Para ponernos en la sanadora conciencia Lattice de una cosmovisión chamánica, ayuda a mirar el pasado, el futuro, otros lugares y dimensiones, como universos paralelos, ¡todo sucede paralelamente, ahora! Si ahora tienes acceso a todo, entonces también todos ellos existen simultáneamente y aquí, como hemos aprendido en los viajes fractales. Solamente desde este aquí y ahora, desde tu punto central, tu centro del corazón, puedes intervenir creativa­mente en estos universos. Al jugarle un poco verás cómo esta comprensión cambia tu vida. Aclaremos todavía lo siguiente: date cuenta, por favor, de ¡que tu ADN es un receptor, así como también un transmisor! La emisora trabaja día y noche; ape­nas se pone interesante cuando lo tenemos consciente. Aquí una lista de algunas de tus posibilidades como un transmisor y receptor. Te invitamos con mucho gusto a agregar experiencias o deseos propios para el universo (¡la Lattice con gusto es­cucha tu emisora!).

Recibir señales puede ser: percibir energías sutiles, escuchar tu voz interior o el alma, obtener energía sanadora, leer en los “libros cósmicos”, recibir información de otros universos en sueños, escuchar radio intergaláctica (jejeje), recibir y desci­frar el lenguaje de luz, recibir información de luz de alta frecuencia para tu acti­vación del código.

Enviar señales puede ser: telepáticamente entrar en contacto con alguien en el universo, compartir tu “página web multidimensional” (es decir, a ti mismo) en la Lattice con otros, decir poderosas oraciones, mandar energía sanadora a alguien, viajar a otros universos y ser recibido en otros tiempos, codificar y enviar el lenguaje de luz, reflejar de vuelta sentimientos y creencias a la Lattice, lo que significa cuá­les códigos estás dispuesto a recibir y activar.

Link a la página del libro SOY LA RED – Recrea tu destino en la Nueva Era de Pascal K’in Greub.