Espiritualidad y Riqueza
¿Está peleada la espiritualidad con la abundancia y riqueza?
–en contrario, aunque muchos subliminalmente siguen pensando así: porque sin espiritualidad no hay abundancia porque Dios es abundancia, así de fácil.
La abundancia está inherente en la vida, mira alrededor de ti: las flores en el jardín, el bebé que nace, la belleza e infinidad del cosmos con sus estrellas de noche.
¿Y por qué nosotros no vivimos siempre está abundancia y plenitud que está en toda la vida?
Porque la bloqueamos, a través de patrones de sufrimiento, creencias limitantes, dudas y miedo.
“La abundancia es un principio de vida. Abundancia está en todas partes, en la naturaleza, en el cosmos. Quien no vive en abundancia, comete el error de no dejarla fluir a través de sí mismo; en algún lado está bloqueando este flujo cósmico. Ceci Flores, de Guadalajara, que durante muchos años viajó por México como la exitosa “dama de las uñas”, dando talleres sobre su arte de la decoración de las uñas, me dijo alguna vez: “Si no vives en abundancia, es porque estás separado de Dios.” O del universo, de la Lattice (la red cósmica, red de la vida). ¿Te hace feliz lo que estás haciendo en este momento?
¿Te despiertas feliz cada mañana? Ninguna meta, por alta que sea, te sirve si no te hace feliz. Vivirías a expensas de tu alma. Ser feliz es el bien superior de nuestra raza humana en este planeta. Cuando te autorrealizas, serás cada vez más feliz; entonces tendrás “suerte”, porque la abundancia fluye a través de ti.” Pascal K’in Greub
Si gustas vivir en Abundancia lo que es tu derecho divino como Ser de Luz, debes aceptar que la fuente de la abundancia ya está en ti, y luego aprender cómo subir tu frecuencia cerebral y energética para usar la ley de la resonancia a tu favor.
Primero te invito a observarte a ti mismo:
¿Qué conversaciones estás teniendo hoy acerca de la abundancia?
¿Qué atraes si “pides algo de la vida” desde la envidia y un pensamiento de escasez y “ay pobre de mí”? ¿Si todo el tiempo piensas en la mala economía mundial y en la inseguridad en México?
–Pues atraes manifestaciones de envidia, de pobreza, de “una vida dificil” y “un entorno hóstil”. Por esto un punto existencial es subir la frecuencia avanzando por tu camino del alma para que tu acciones no vibren desde una conciencia de carencia o escasez (donde la mayoría de los planes del alma de los seres humanos se encuentran en este instante), pero desde una conciencia de abundancia cuya maestra superior es la Lattice, nuestro cerebro superior cósmico. Pascal K’in hasta llama esta nueva conciencia “conciencia Lattice” que te ayudará a crear abundancia ilimitada en todos sus aspectos. En el 1er capítulo del libro de Pascal K’in SOY LA RED, Recrea tu destino en la Nueva Era (Editorial Herder de México, 2013), te explica la fórmula que te hará invencible:
Lattice = equilibrio = abundancia y felicidad.
Seguimos con un extracto del libro:
“¿Cuántas personas no parecen haber atado la abundancia desbordante con una especie de candado? –pero podemos abrir esta cerradura. Con la llave central de la red universal, la Lattice, que es el equilibrio:
Pensemos en el famoso efecto mariposa: dice que la mínima variación en un sistema dinámico se amplifica y puede provocar que evolucione de manera completamente diferente e impredecible. La brisa del aleteo de una mariposa en un lado del mundo, teóricamente, podría provocar un tornado en el otro extremo del mundo. El hecho de que bajo las permanentes perturbaciones actuales de la biósfera no todo el planeta se ha coleado, muestra que existe un pilotaje invisible que balancea y nivela permanentemente todo. Equilibrio es la condición central para que la abundancia se esparza en el universo. Sin embargo, si ocurre un desequilibrio, el flujo se estanca y, con ello, el principio de la vida de abundancia en un organismo o sistema. –Pero como un equilibrio siempre está en movimiento y tememos el movimiento, entonces preferimos dejar nuestra abundancia encadenada.”
Un ejercicio de reflexión para ti hacia una conciencia abundante:
Primero autorefleccionas sobre tus paradigmas limitantes, excusas, miedos –que no te ha permitido a vivir este genio en ti y crear riqueza dentro y afuera de ti como hubieras gustado. Luego durante unos dias observas tu manera de comunicarte con otras personas y el mundo sobre la abundancia y la riqueza, ¿qué parablas usas, son positivas, son abundantes, son divinas? Recuerda que cada problema es una oportunidad para crear algo nuevo. Aprende a expresarte de manera positiva, expresar tus sueños, visiones, compartir tus talentos. Para terminar haz un Plan de Acción personal, muy concreto, anotando qué es lo que debes hacer diferente para una vida llena de abundancia.
De esta manera, Vivir en Abundancia se convertirá en un nuevo estilo de vida, de pensamiento, de fe, de sentimiento y del alma. Y es algo natural, es tu derecho divino, porque simplemente fluye atraves de ti. Vivir en Abundancia incluye varios aspectos de la vida: tu salud, una vida espiritual y plena, un hogar próspero, relaciones armoniosas de pareja y de amigos y en redes sociales, una comunicación mágica con el entorno y tal vez el más allá, una vida laboral creando plusvalor para la humanidad y todo el dinero que necesitas para ser feliz.
Ojo, tampoco caes en el dilema del éxito: Hablando de abundancia debemos liberarnos del dilema occidental de que “siempre tenemos que ser exitosos”. Porque si el motor clandestino de crear es lo que dijeron nuestros padres o un mito cultural que inconscientemente ya no te llena, podrías seguir pataleando en el mismo lugar, como un hamster en su rueda. En verdad somos guerreros cuánticos en una amplia conciencia sin límites. Ahí, más allá de la limitación de espacio-tiempo nos podemos re-encontrar como Seres de Luz, unos con Dios, ilimitadamente abundantes y capaces de manifestar milagros en nuestra vida y en nuestro planeta.
“¡Tú eres capaz de crear tanta abundancia en tu vida! Suelta el control y brinca al abismo, al universo, en los brazos de Dios. Somos una copia del universo creador – si te reconectas, estarás muy rico, adentro y afuera.” Pascal K’in Greub
